domingo, 2 de septiembre de 2012

Historia del Himno Nacional del Perú

Emblema y símbolo sonoro de la Patria, es una composición poética y musical que perenniza la gesta libertaria del Perú (1821). Don José de San Martín convocó a concurso para establecer la letra de lo que sería el Himno Nacional o Marcha Nacional del Perú.

Entre seis canciones presentadas, fue escogida la de don José de la Torre Ugarte (letra) y don José Bernardo Alcedo (música). La Ley del 15 de abril de 1822 la reconoció como Himno Nacional del Perú, y consta de seis estrofas, aunque normalmente sólo se canta la primera.

Algunos historiadores han afirmado que la letra de nuestro himno ha sufrido cambios, y que lo que se entona en la actualidad difiere mucho de la letra original escrita por De la Torre Ugarte. Sin embargo, es indiscutible que este símbolo patrio es una joya histórica, por lo tanto debe conservar la integridad y el carácter que le imprimieron sus autores y el propio pueblo peruano, recogiendo el mensaje de los fundadores de la República.

Nuestro Himno Nacional está considerado, junto con la "Marsellesa" (himno francés) uno de los himnos nacionales más hermosos del mundo.

La Historia del Escudo Nacional del Perú




El primer escudo nacional
se creó el 21 de octubre de 1820. La norma establecía que el emblema nacional estaría enmarcado por una corona verde de laurel atada en su parte inferior por un cintillo de color amarillo. En el interior se reflejaban, sobre el fondo azul del firmamento, los amarillos rayos del sol por detrás de imponentes sierras, las cuales eran escarpadas, de color pardo oscuro, que se levantaban sobre la tranquilidad del océano azul y verde.

El escudo nacional de 1825
Simón Bolívar y el Congreso Constituyente promulgaron el 25 de febrero de 1825 una ley que definía los símbolos patrios. El nuevo escudo nacional -diseñado por José Gregorio Paredes y Francisco Javier Cortés- quedó dividido en tres campos, que simbolizan las riquezas del Perú en los tres reinos naturales.

Dos de estos espacios, uno azul celeste a la derecha lleva una vicuña mirando al interior y otro blanco, a la izquierda, con el árbol de la quina. Ambos, están separados debajo de la mitad por un campo inferior más pequeño y de color rojo en el que se observa una cornucopia derramando monedas. Figura además una corona cívica que se repite, aunque de forma entreabierta, en el centro de los estandartes que acompañan al escudo junto a dos banderas nacionales.

El escudo de Bernardo de Tagle
El "sol encarnado" en la franja central de la primera bandera de Bernardo de Tagle propició el cambio del escudo nacional. El nuevo símbolo fue ratificado, incluso, en la segunda modificación que hizo Tagle a la bandera el 31 de mayo de 1822. Lo que no se estableció fueron las características oficiales del mismo. Algunas versiones lo presentan de color rojo, mientras que otras, más convincentes, lo muestran con el color natural del sol: amarillo intenso.

El actual Escudo nacional
El escudo creado en 1825 presentó algunas dificultades en su diseño, las cuales originaron, meses después de su creación, que los sellos de los ministerios modificaran la ley cortando a lo ancho al escudo, para diseñar cómodamente la cornucopia.

Además, se quitó de las banderas que lo acompañan el escudo central establecido por Bolívar. La última modificación fe en marzo de 1950, durante el gobierno de Manuel A. Odría. Así, el Escudo nacional quedó cortado en mitades y el espacio inferior se convirtió en el mayor y no "el más pequeño" como decía la ley de 1825. También se oficializó la ausencia de los escudos en sus dos banderas debido a que se modificó la forma de éstas.


Las Historia de la Bandera del Perú


  • La primera bandera del Perú El 21 de octubre de 1820, el general José de San Martín creó mediante decreto la primera bandera peruana. El cruce de dos líneas diagonales dividía en cuatro campos la bandera. Los espacios superior e inferior eran de color blanco, mientras que los extremos eran de color rojo. Al centro figuraba una corona ovalada de laurel y dentro de ella un sol surgiendo por detrás de elevadas montañas sobre un mar tranquilo.

 
  • La bandera de Bernardo de Tagle   Cinco meses después de instituida la primera bandera nacional (marzo de 1822), Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle y Supremo Delegado de la República, quien reemplazó interinamente a San Martín cuando éste viajó a Guayaquil, decretó un nuevo diseño. La composición establecía una franja blanca transversal encarnada entre dos de color rojo de la misma anchura con un sol en el centro. La modificación efectuada respondía -según Torre Tagle- entre otras cosas, a los inconvenientes que demandaba "la construcción" de la anterior bandera.
 
  • La segunda bandera de Bernardo de Tagle   Bernardo de Tagle le había dado a la bandera nacional un carácter provisional, considerando que el momento que vivían no era el apropiado para dictar normas de carácter definitivo. Así, optó por darle otro diseño a la bandera en virtud de que ésta se confundía a lo lejos con la de los españoles. Las nuevas características (tres franjas verticales -rojo a los extremos y blanco al centro- con un sol encarnado en el centro) se fijaron el 31 de mayo de 1822.
 
  • La bandera del Perú en 1825  La ley establecida por Bolívar y el Congreso en 1825 decretó también una nueva bandera nacional, hasta ese momento provisional. Se ratificó, entonces, la bandera creada por Bernardo de Tagle, quedando -finalmente- con tres franjas verticales, rojas las extremas y blanca la del centro, acompañadas de un escudo en la zona media de la franja blanca, el cual tenía por timbre una corona y estaba abrazado desde su parte inferior por una palma a la derecha y una rama de laurel a la izquierda.

  • El por qué de nuestra s  agrada bicolor Los sagrados colores de la bandera peruana fueron inspiración del general José de San Martín. En cuanto el por qué del rojo y blanco existen muchas interpretaciones. Algunos historiadores afirman, por ejemplo, que San Martín quiso tomar los colores de Argentina (blanco) y de Chile (rojo), países originarios del Ejército Libertador.Otros aseguran, en cambio, que fueron producto de una inspiración del general, al observar los colores de las "parihuanas", aves que abundan en la Bahía de Paracas y que volaban sobre la escuadra libertadora al momento de su desembarco.También se dice que la bandera del Perú es roja porque fue el color de la guerra de los Incas y porque simboliza la sangre generosa de nuestros héroes y mártires; mientras que el blanco de su faja central representa la pureza de sentimientos, la libertad, la justicia social y la paz.
  • El Pabellón nacional y su diferencia con el estandarte  La ley de 1950 creó el Escudo de armas (sin las banderas ni los estandartes), para diferenciarlo del Escudo nacional. La Bandera nacional y el Escudo de armas se juntan par formar el Pabellón nacional, izado en todas las instalaciones del Ejército, la Aviación, la Marina y la Policía Nacional. La diferencia con el Estandarte nacional (1,40 m de largo x 0,93 m de ancho) radica en que éste es portátil, más pequeño que el pabellón y además se adhiere por una de sus franjas rojas a una asta de madera. El estandarte sólo es usado por las instituciones y centros educativos.
  • La Bandera nacional desde 1950  Hasta 1950 se denominó "Bandera nacional" a la enseña bicolor que lucía en el centro un escudo. Sin embargo, algunos la diseñaban sin el mencionado símbolo. En aquel año, el general Manuel Odría, presidente del Perú, decidió darle una nueva estructura y significación a la Bandera nacional. Se modificó su forma y se ordenó emplear en su definición -como léxico oficial- , de la siguiente manera: "... de forma rectangular, con los colores nacionales, sin escudo en el centro".


Guerra del Pacífico


Fue un conflicto bélico, desarrollado entre 1879 y 1884, que involucró a tres países latinoamericanos: Chile, Perú y Bolivia. Se trató de un conflicto limítrofe, pero no por la demarcación territorial en sí misma, sino porque involucraba zonas ricas en guano y salitre, por eso la mayoría de los autores es coincidente en denominarla “Guerra del Salitre”.


Bolivia había ocupado la región más importante del desierto de Atacama, situado al sur de su territorio y al norte de Chile, en la región de Antofagasta. Esta zona es muy rica en cobre, hierro y por sus salares, producto de las aguas de lluvia que disuelven la sal del suelo. Al evaporarse el agua, queda la sal allí acumulada.

Además, Bolivia desde el nacimiento a la vida independiente en el año 1825, tenía salida al mar por la ya mencionada Antofagasta.

Sin embargo, esa región rica en minerales, era explotada por los chilenos. Allí establecieron la Compañía de Salitre de Antofagasta, que desde el 1 de mayo de 1872, inició transacciones comerciales de exportación de salitre con destino a Europa.



En 1866, Chile y Bolivia habían suscripto un tratado para que los dos países tuvieran libre acceso a la explotación de la zona cuestionada. En el año 1874, se decidió rever la cuestión, estableciéndose un nuevo acuerdo por el cual Bolivia no aumentaría los impuestos a los chilenos a cambio de que ella se convertiría en la única explotadora de recursos en la zona comprendida entre los paralelos 23ª y 25ª.

Bolivia respetó cuatro años el arreglo, pero luego, con la asunción del presidente de facto, Hilarión Daza, en 1879, aumentó el impuesto a las exportaciones de salitre (cada quintal de salitre pagaría 10 centavos más, como impuesto de exportación) y programó el remate de las salitreras y ferrocarriles, para cobrarse la deuda. La subasta fue impedida por el gobierno chileno, que envió fuerzas militares a Antofagasta.

En tanto, Perú también contaba con una región rica en salitre ubicada en Tarapacá, donde el gobierno peruano, en 1875, había realizado la expropiación de las salitreras, de capitales chilenos, a cambio de un pago con certificados. Seguramente la decisión se había tomado bajo la influencia de un inglés, Robert Harvey, a quien luego se le asoció un compatriota, John Thomas North. Ambos influenciaban en los dos países, Chile y Perú para crear rivalidades, a fin de extraer provecho personal. Estos británicos fueron los principales compradores de los certificados, gracias a préstamos que les otorgaron los Bancos de Chile.

La región de Antofagasta fue invadida por fuerzas chilenas, por orden del presidente Pinto, el 14 de febrero de 1879, respondiendo Bolivia, con una declaración de guerra, a la que se sumó Perú apoyando a Bolivia, país al que estaba unido por un acuerdo de defenscomún, tras intentar vanamente un arbitraje. El 5 de abril, Chile le declaró la guerra a Perú.


El primer choque de fuerzas se produjo el 23 de marzo, en la batalla de Calama o de Topáter, donde murieron siete chilenos y veinte bolivianos.

Los barcos de la marina peruana eran famosos por su contundencia, entre los que se destacaban las fragatas Huascar y la Independencia, pero los chilenos, no lo eran menos. Ellos se jactaban también de su fuerza naval, representada particularmente por los acorazados Blanco Encalada y el Almirante Cochrane, con los cuales bloqueó Iquique, ciudad puerto que había pertenecido al virreynato del Perú, lugar también muy rico en salitre. La finalidad era impedir a los peruanos el abastecimiento de sus embarcaciones. Las acciones estuvieron a cargo de Juan Wiliams Rebolledo el 21 del mes de mayo de 1879.

Pereció en esta batalla, el capitán chileno Arturo Prat Chacón, que comandaba la corbeta Esmeralda, hundida por el accionar del capitán de navío, Miguel Grau Seminario , a bordo del Huáscar, que tuvo una participación destacada en todo el conflicto.



Al mismo tiempo, se producía otro enfrentamiento entre dos colosos: la fragata peruana Independencia, al mando de Juan Guillermo More y la corbeta chilena Covadonga, a cargo de Carlos Condell, pusieron en juego sus capacidades, imponiéndose el Perú, a pesar de perder su fragata predilecta (la Independencia), que quedó con su quilla destrozada, al verse obligada a navegar en aguas poco profundas, pero levantándose el bloqueo de Iquique.

La localidad y puerto de Antofagasta fue escenario de dos combates, el primero el 26 de mayo, mientras se celebraba un homenaje a Carlos Condell. El Huascar, persiguió al vapor Rimac, que logró escapar. Ante ello, el Huascar, regresó al puerto para capturar a Covadonga, y al no conseguirlo destruyó los fuertes. El segundo, se produjo el 28 de agosto, iniciándose con el fin de bloquear las comunicaciones, cortando un cable submarino, pero fueron atacados por los chilenos. El Huascar terminó destruyendo a la nave chilena Abtao.

Finalmente el Rimac, fue capturado por Grau, el 23 de julio de 1879, lo que ocasionó el cambio de mando en la escuadra chilena, siendo Rebolledo suplantado por el comodoro Galvarino Riveros Cardenas.

El 8 de octubre se produjo el combate de Punta Angamos, donde Grau Seminario murió heroicamente, y el Huascar terminó en manos enemigas.


Combate de Angamos


Al amanecer de aquel día, el Huáscar fue avistado por la primera división chilena, lo que obligó a Grau a virar hacia el Suroeste para luego volver al Norte, tratando de dejar atrás a sus enemigos. Poco después, el Huáscar y la Unión se encontraron con la segunda división chilena frente a Punta Angamos. Al percatarse de que el Huáscar no podría evadir el combate por su escaso andar, la Unión se abrió paso hacia el norte.

Luego, a las 09:40 horas, siendo inevitable el encuentro, el monitor peruano afianzó su pabellón disparando los cañones de la torre sobre el Cochrane a mil metros de distancia. La Covadonga y el Blanco Encalada en esos momentos se hallaban a una distancia de seis millas con dirección al Huáscar, mientras que la O'Higgins y el Loa se dirigían a cortar el paso a la Unión. El Cochrane no contestó inicialmente los disparos, sino que acortó distancias gracias a su mayor velocidad, y cuando estuvo a 200 metros por babor del Huáscar, hizo sus primeros disparos, perforando el blindaje del casco y dañando el sistema de gobierno.

Diez minutos después un proyectil proveniente también del Cochrane impactó en la torre de mando y al estallar hizo volar al Contralmirante Miguel Grau y dejo moribundo a su acompañante Teniente Primero Diego Ferré. Entonces tomó el mando del buque el Capitán de Corbeta Elías Aguirre, quien continuó el combate con las naves chilenas, hasta que también cayo muerto por un disparo enemigo. Uno tras otro, los oficiales peruanos se fueron sucediendo a cargo de la nave, que recibía una y otra vez los impactos de la artillería chilena, hasta que habiendo recaído el mando en el Teniente Primero Pedro Gárezon, este oficial, viendo que ya no era posible continuar la lucha por las condiciones en las que se hallaba el buque, con sus cañones inutilizados, roto su timón, y diezmada su tripulación, dio la orden de abrir las válvulas de fondo para inundar al monitor y de esta forma impedir sea capturado por el enemigo.

A las 10:55 el Cochrane y el Blanco suspendieron el cañoneo y al ver que el Huáscar pronto se iría a pique, enviaron una dotación armada en lanchas para tomarlo. Cuando los marinos chilenos ingresaron a bordo, el Huáscar ya tenía 1,20 m. de agua y estaba a punto de hundirse por la popa. Con revolver en mano, los oficiales chilenos ordenaron a los maquinistas cerrar las válvulas y posteriormente obligaron a los prisioneros a apagar los fuegos que consumían diversos sectores de la nave. La lucha había concluido, el Huáscar capturado, y el mar libre para iniciar la invasión del Sur peruano.


Batalla de Junín


 



La batalla de Junín fue el inicio de la victoria final de la Independencia del Perú. El 6 de agosto de 1824 el ejército patriota comandado por Simón Bolívar, se enfrentó a los realistas comandados por el general Canterac. España no aceptaba la pérdida de sus colonias y su ejército constituía una amenazaconstante.

La arenga de Bolívar a las tropas antes de la batalla fue: "Soldados, vais a completar la obra más grande que el cielo ha podido encargar a los hombres... El Perú y la América entera aguardan de vosotros la paz, hija de la victoria ¡Vosotros sois invencibles!
La feroz batalla de Junín duró sólo 45 minutos. No hubo ruido de disparos porque se libró cuerpo a cuerpo con armas blancas. Siendo las 4 pm., la derrota peruana en las pampas de Junín parecía inminente. De pronto la precisa intervención de los Húsares del Perú al mando del Isidoro Suárez y Andrés Rázuri logran la victoria independentista. Los Húsares del Perú tomaron desde entonces el nombre de "Húsares de Junín".
Después de la victoria, las palabras de Simón Bolívar fueron:
“La campaña que debe completar vuestra libertad ha empezado bajo los auspicios más favorables. El ejército del general Canterac ha recibido en Junín un golpe mortal, habiendo perdido, por consecuencia de este suceso, un tercio de sus fuerzas y toda su moral. Los españoles huyen despavoridos abandonando las más fértiles provincias… Bien pronto visitaremos la cuna del Imperio peruano y el templo del Sol. El Cuzco tendrá en el primer día de su libertad más placer y más gloria que bajo el dorado reino de sus Incas.”